Desde que llegó al Bernabéu el pasado mes de agosto no ha dejado de sorprender a la comunidad blanca.
Ya a sus 22 años me recuerda al mismísimo Zidane, esa elegancia al controlar un balón, al regatear al contrario, la tranquilidad con la que ha afrontado ser jugador blanco. Todas estas cualidades le hacen digno de ser uno de los mejores del mundo.
En sus primeros meses fue tachado de irregular. Mi pregunta es ¿puede un jugador mostrar su mejor nivel en todos los partidos?, mi respuesta es no, y aun menos si es un jugador recién llegado.El otro gran dilema que surgió, fue si el alemán seria titular cuando regresara Kaká. A pesar de las críticas Özil asumió junto con Xabi los galones de la nave blanca por lo que se ha ganado el puesto de “titularismo” con y sin Kaká.
La elegancia, la humildad, la entrega, todos estos valores han hecho que el Bernabéu enloquezca con el alemán y no es para menos ya que es capaz de cautivar hasta a los rivales.
Como ya dijo Alfredo Di Stefano, el alemán está llamado a hacer grandes cosas en la casa blanca y no me extrañaría que de aquí a dos años fuera un firme candidato para obtener el Balon de Oro. Aunque lo primero es la final de copa contra el FC Barcelona la cual él y todos los blancos esperan poder vencer al gran rival y romper la sequia de títulos.
De momento deberían seguir los partidos del Real Madrid, para poder seguir las jugadas antológicas de este magnífico crack.
Estoy de acuerdo, hacer olvidar que Kaká no está en su mejor momento vale su peso en oro.
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